domingo, 31 de diciembre de 2017

Un hueco caliente.

Hay un sol de verano en diciembre para acercar una ausencia que, aún, arde en este último día del año. No quiero hundir mi mano en su olvido. Tal vez, hay negación en mi verso y sueño y deseo; tal vez, sólo un hueco caliente en estos meses fríos.

martes, 12 de diciembre de 2017

Un absurdo.

Hay montículos de escarcha que no nos dejan ver,  se derriten si hay fuego dentro. Hay una súbita explosión de gorriones, de ojos, de bocas, de llagas. Una certeza que provoca inquietud mientras se enarbola. Un ejército de noches y silencios. Un colchón caliente con su nuevo cuerpo, en el resquicio del absurdo vuelve, una vez instalado, ciega la vida.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Cicatriz

Qué a destiempo tu boca, qué fuera de lugar, qué absurdo el antojo añejo que murió hace miles de madrugadas, desnudo sin entrega.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Un olvido



Mirar la ausencia sin más luz que el silencio. Sentir tu cuerpo como un frío que no acaba de descuajar, como un apéndice. Un olvido me devuelve tu boca, cerrada.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Su hiel.



La nieve blanca sin matices, una lucidez sobre la mirada, un hielo de años. Imposible hallar la grasa de su hígado, su hiel. He llorado al ver los copos, he llorado de memoria, sin frío, detrás de los cristales turbios. Me quedé sola con mi cuerpo demorando la huida. Esto consume. Tengo miedo de perderme en su órgano, en su voluntad de blancura, en su crepúsculo. Si al menos una mancha ocre rompiese su armonía, el canto de un leve fuego en su nervio, el grito de un gorrión en sus gargantas; si algo la hiciese más humana; me refugiaría siempre en su vulva.

Llueve dentro.

Mirar por la ventana, cuando llueve. El símbolo fuera, la ciudad obliga a cerrarse. El asfalto chapotea  la grasa de su hígado. ¿Qué hay dentro? Algún fogonazo de nostalgia, un imán concreto que nunca he vivido. Mi pensamiento acecha en lo virtual, el amor pixelado es visible a los ojos. La sangre suspendida antes de su noche, vuelve a la sustancia. Regreso a empeñones a moler fríos de universos. Seco el habla que no hiera el beso. Miro equidistante. Pensaré qué para vivir no necesito más. Escondo el secreto en mi pecho que muere de cáncer. Me gusta mirar por la ventana, cuando llueve dentro.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Para verte a ti he hablado muchos cuerpos.


Quédate arriba unos instantes, no te demores, compartimos el cuerpo y los abrazos. Nos gusta, lo hemos hecho otras veces. Hay un sosiego en el aire, un brote de principio, una oración. Delante de los ojos hay un sitio que nadie pisa, una lumbre que prende sin resaca, una suspensión de besos, un chaparrón de vulva, con su sombra. Para verte a ti he hablada muchos cuerpos. Tú, suspendes el sí en un espacio virtual. El tiempo se sucede con su bruma átona, sin relevancia. Pareces haber olvidado todos los ojos y sus miradas. Hemos bailado desde el amanecer a puerta abierta, tú regresas al sótano. A lo mejor te sientes herido. No busco estoicismo, claro que lo entiendo, eres un hombre. 


martes, 28 de noviembre de 2017

Un arma.

Miedo a morir cada día, al alba un mismo arrebato. Un pánico de un sólo brote, una orgía de miedo; un miedo salado, continuo, sale de dentro. Un asombro sin circunstancias, esencial, sin salida, un claustro de miedo; un arma.

viernes, 24 de noviembre de 2017

Partículas de un beso.

En tu boca las partículas de un beso, sonrisa pulverizada. Agua dulce en las mejillas; de caramelo de barracas, de noria, con su vértigo en el pubis, y su grito. Tu lengua con ese habla primigenia sobre mis muslos. El horizonte atacando mi verticalidad con una inmensa belleza de ausencia; esa presencia, sólo mía, clavada en mi origen, un tono hondo, de desgarro, parapetado en un tiempo finito, en la esencia.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Alambrada

Me persigue el tiempo; se oye la alambrada que se cierra, las puntas de acero, el frío en el cuerpo, los harapos que se desgarran antes de alcanzar la noche. Una lluvia de ojos negros que ha perdido la esperanza ofrece olvidos. Yo busco en éste acoso desenfrenado mi huella.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Arder.

No dejes que el frío se lleve tu cuerpo, no dejes que el día invierne otro día, alarga los dedos hasta tocar su voz, arde hasta que llegue la noche y en la noche trágate el sol, que queme por dentro.

martes, 21 de noviembre de 2017

Tengo una voz.

Tengo una voz callada e indefensa domada por la noche,  tengo una voz que despierta, se desmenuza mientras fieras custodian su voluntad.
Del pozo donde me pusieron he removido su húmeda tierra, con las uñas.
Me han dejado sola con mi voz muerta. Vi una sombra en una boca confiando en su salida; una absoluta resolución, un centro, un cromosoma; yo, la sentí con los labios, con la lengua con el rosado paladar; ojalá la olieras. No puedo ver. Hay una nube espolvoreando un habla sobre la roca. No es mi voz. Necesito derramar su presencia; no quiero que ignores dónde está o por qué se esconde.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Piel fracturada

No perderé un instante, en mis garras dejaré mi piel, mi habla, la ferocidad de la aurora. Ya no habrá voces que me digan lo que quiero, lo que debo, lo que soy; ya no habrá palabras bellas, ni frágiles. Ya no caminaré la línea de otros ojos por la hermosura de su vereda, no moriré en sus brazos. Seré  mi piel fracturada, mi grito y su sombra.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Tiempo sostenido

Cuántos besos vacíos vas a poder soportar, has tenido demasiado tiempo sostenido demasiado frío, digamos. Has buscado hasta descubrir que no quieres saber quien eres, lo desconocido te aterra, te invalida.  Prefieres edificar sobre las ruinas de tu vieja prisión, construir de nuevo sobre terreno baldío, sobre una mordaza. No has cruzado la línea, estás sobre ella con un apego feroz de animal doméstico herido cobarde. Cuánta violación vas a poder soportar, hasta dónde y para qué.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Paradoja

Siempre he sido así, aunque sólo a ti te dejé mirar. Hablar sin pensar, por qué no. Dejar de medir de calibrar dejarse ir, también a ti te atrapó , un poco. Lo hice hasta ayer, que, de golpe, mi memoria... Hay imágenes que me desgarran, de una belleza inexorable y cruel, me recuerdan lo que fuimos y no somos. Se abren por dentro como plantas carnívoras y me devoran. Me vi donde nunca pensé que pudiese verme, miré unos instantes mi reflejo en tus ojos y un temblor de raíz aceleró sus pupilas, soñé un refugio, una constelación, una paradoja que crece por los ojos, un quedarse con huida.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Te vomitaré

Vomitaré la aurora que arrastra tu boca a mi sueño y me asedia en una posada hostil sin puerta al universo. Lidiaré con el velo rojo de la mañana en su rompiente mutilando la luz y ese calor que nunca tuvo cobijo será libre de encender su llama. Más porque eres tibio, y no frío ni hirviente, yo te vomitaré de mi boca.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Palabras.

Dicen que tengo que relativizar, pues todo en mí es intenso. Dicen que el olor de una flor no es eterno, apenas dura un suspiro, una aspiración. Dicen que hay que pisar fuerte la tierra y sus raíces, pues flotar no es humano, es para atolondrados. Dicen que el amor se desvanece, cae como el tallo azotado por el viento, pues es frágil y brota espontáneo con algo de simiente y un chaparrón. Dicen que es igual una lágrima que otra, pues todo es salado y turbio, y dicen que tu olor no es infinito que se pierde en otras manos.  Dicen que saben que soy una ilusa que me aprieto a tu cuerpo aunque tú no estés.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Fuga.

En  un cerrar de ojos los párpados oscuros en tu boca se derraman; me fugo a tu pecho y a tu habla. Escucho delirante. No todo era amor en ese refugio de cuerpos de abrazos rotos por la danza de otros cuerpos; no todo era deseo
ni sexo. Había una fuga, una mancha posesiva abierta, llagada; un ansia de expansión y conquista, un engaño de carne buscando hogar en la bruma de un abrazo, en un rompiente, en la espuma de los días en tu entraña.  Te quedaste para siempre, y me fui sola. En un instante absoluto hallo la pasión en una lágrima. Regreso a lo inseguro, a la batalla, al acero de tu habla, a la distancia cada vez más fría, al pulso de la memoria, a tu silencio.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Circunvolar.


 Dos cuerpos, un mismo espacio, una luz del norte, un frío seco; gargajos en las palabras, susurros de noche, un resplandor sobre el asfalto, una línea curva, una perturbación de superficie, una propagación sobre el vacío, silencio, tal vez sueños; un solo calor. Una chimenea en los ojos, unos ojos limpios sin frío, un pensar por encima del tiempo, dentro del tiempo, en el tiempo que dura una semana fuera de la raíz; sin raíz un origen, todo brillo, fuego del norte, un refugio con vistas a un nacer, el mismo norte en la raíz. Un cauce y mil manos, manos que arropan al alejarse, manos que aman y temen, manos que ceden al brote su curva, manos que se alargan en una brecha de infinito, manos que no se pierden en otras manos. Un manantial y su crecida con su mirar de reina y estrellas fugaces en las cuencas de sus verdes ojos, en los párpados, en el habla que, despierta, y se abre desde el vientre atrapando su mariposa. Un vuelo inocente de aleteo patoso, un vuelo nuevo suave de brisa fresca, dulce de leche, un aleteo de pupilas iluminado, un circunvolar de cachorro, una volada que espera el centro del habla; su habla.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Presencia

Es tu sonrisa una presencia lejana que se clava por dentro, una línea sin comisuras, un tajo de alba sobre mis muslos, un soplo en lo hondo, un abrirse primigenio; una certeza. Es tu sonrisa un velo que oculta el peso de mis párpados, que se tensa hasta romperme. Vivo al otro lado de tu boca, un ejército de noches nos separa; un soldado avanza por detrás de tus cuencas y
nos deja mutilados para siempre. Hay unos instantes en los que me confundo deshaciendo el sonido de un sueño, es una quietud inmensa, una paz que hiere. Ayer te vi por encima de las alambradas, te gusta llegar al amanecer, agarrarme los labios, desabrocharme hasta el vientre, atravesar mis hígados con tu sonrisa inquietante, con ese erotismo que es tallo y promesa,  que regresa al tacto entero, al pulso rotundo, a un resplandor de horizonte sobre el alambre. Es tu sonrisa la huella de una voz que interrumpe los latidos y mutila mis labios cosidos hasta llenar de verde mis negras sangres de olvido.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Un desgarro.

En tu naturaleza hay un punteo de máquina, un flujo lineal, una peculiar densidad que  amarra lo inexplicable a un acto de fe,  en los últimos límites de las últimos abismos tu ser implora, reza y esquiva la vida; hay un pulso de máscara en tu desnudez, un disfraz cruel que evita ser despojado, una música que se vuelca sobre un credo, un olor obsesivo de repetición; un lenguaje mudo, lechoso, una palabra ciega. Hay un gozo en este silencio que espera la redención, un abandono, un viento sordo, una lluvia seca, un alumbramiento mudo. Busco bajo tus uñas los restos de una ráfaga, un temblor, la sombra de un grito, el resplandor de un ángel caído, un ahogo de alba, de versos y de bocas; una ventana a lo oscuro, un guiño noctámbulo, un susurro de carne, un frío, un calambre. Te clavo una aguja de escarcha en este tu mundo sin desgarro;  sigo los pasos de las cálidas gotas de sangre sobre mis visiones.


miércoles, 1 de noviembre de 2017

Aquí estaré y aquí estoy

Aquí estaré y aquí estoy, no quiero un lugar para tu muerte en mis blancas mejillas, en mis blancos labios de sueño tardío, hace siglos que vivo en tu boca de pájaro sensato; has disecado una flor en mi garganta que se abre al crepúsculo ahogándome. Infinita es mi espera. Entre tu carne y la mía hay pulmones que no respiran, abrazos de aire y de sombra que pesan toneladas, gritos que no se abren, pupilas que se erizan con un temblor sordo, lenguas enganchadas al silencio, al punteo de un sólo acorde. Aquí estoy en una devastación de memoria que no quiere ser recuerdo. Dame tu vientre y tu pecho, dame tu habla, dame una certeza desde tus ojos, cara a cara, sin miedo ni arrebato. Dime que no  busque  mis pasos por la memoria de tu cuerpo desnudo,  recuérdame por qué no me amas.

martes, 31 de octubre de 2017

ARROPARSE.

Alargar la soledad a lágrima viva, morir aplastada por el escombro en una nube de polvo que no desaparece. Sentarla a la mesa, solos los dos, la soledad que fuimos, la soledad que reconoce la pérdida. Un suspiro que ahoga, un cuerpo exhausto, asustado, también solo, un temblor de noche, un espanto. Alargar la soledad hasta el parto, llorarla hasta recordar la muerte. Llorar la memoria, el habla, el hambre, la sombra y su escollo. Agonizar el azul incienso de sala de espera, alargar la soledad hasta dar con tu cuerpo, chocar, explotar en tu respiración el cadáver; arroparse.

GRITAR

Gritar, desmembrar el grito, volcarlo sobre un atardecer de sangre, sobre un dolor, vaciar la garganta que se ahoga, sobre lo que fuimos, sobre lo que queda. Darse un festín de gritos, deseos y noches; recorrer plazas y tabernas buscando la sombra de un clamor.  Verter la palabra, su origen, rasgar su sonido aceptando la división.  Dejar al grito explicarse que, en la cueva, se haga eco y reverbere; buscar su hambre. Arrojar la voz sobre el lecho seco de los ríos en retirada;  filtrar su corriente en la mirada sin bajar los párpados, como si fuese de justicia reposarlo en los oídos del mundo tajando el crepúsculo y el alba; amarlo.

lunes, 30 de octubre de 2017

No habrá redención

No habrá redención, y lo sabes; agonizarás tus cárceles y alambradas, desplomarás tus fronteras sobre un horizonte pardo; arena y humo aullando en la misma cavidad de la herida. No habrá muros para contener la barbarie, los orates abandonarán tus manicomios; te encontrarán. No habrá gloria. No quiero ser raíz en tu boca, turbia, mansa, aterrada, no quiero ser fruto ni crecida, no seré manantial de tu negra carne. El vicio será tu esclavitud, pudrirá tu vieja y mal oliente entraña. Como sapo despanzurrado que eres, agonizarás lentamente sobre tu propia noche. Florecerá sobre tu cadáver la simiente que será enterrada para nuestra salvación. Perecerá contigo por los siglos de los siglos; no habrá redención, y lo sabes.

Silencio.


Hay algo primitivo en este amor, un sabor a cueva, de origen, fuertemente anclado en el vientre como una resurrección, un olor intenso de guarida, casi humano, una expiación, algo brutal sin rastro; nada cambia de golpe, todo está aquí.  Todo está aquí, desde siempre, sin elección. Alguien escribió, aquí, en mi vientre; alguien lo escribió aquí, en mi carencia, en el ayuno de mi piel, en la carne hecha cicatriz. En la noche afilada, como aguja de escarcha, se enreda a mis pestañas blandiendo un lodo denso, rotundo de estrellas feroces.

domingo, 29 de octubre de 2017

Murmullo

Hay un murmullo de ocaso en tus brotes, un aleteo rápido de crecida, un alargarse sin raíces, una extensión de agua sin frontera, un cascar de planta fortuito. Entraste en mi arropado por un brillo de tormenta veraniega, por un estruendo de chaparrón sin huida, por un sueño de verdes renuevos. Hay un surco de tierra en mi garganta haciendo agujero y mella en mi aleteo, un instante de tacto dolorido, el calibre exacto de mi herida; fuiste en mi vientre y en mi pecho cicatriz de aurora.



Escalofrío

Mientras palpo el escalofrío desmenuzo la mirada legañosa, los márgenes fríos, el paso atascado de juncos secos con sus yemas blanquecinas, el llanto de mi vagina, la intensidad de rojo en los pezones, la belleza del abandono; sin perder de vista el hambre en los huecos, en los intersticios de la ausencia.

sábado, 28 de octubre de 2017

Un pestañeo

En el tiempo de un pestañeo puede borrarse todo lo que contiene la memoria humana. (Joyce Carol Oates)

Luna crecida.

Luna crecida hacia fuera, hacia los vértices que, aristada, despunta. Luna recién nacida, rotunda como el mundo, circular, sin salida.

Cavidad de boca


Veo el horizonte del mundo en tus labios dibujando una línea que rompe abrupta; un vórtice, un desfiladero sobre el vientre. Abrazada a la negra loma de tus pupilas me desgajo; virutas de cristal opaco donde mi voluntad sangra. En la cavidad de la boca un buitre ha clavado sus garras, un alfiler en la lengua justo donde la herida se hace cicatriz, símbolo, frontera, donde la ruta se hace peregrinación y la esperanza mata.
Cavidad de boca honda y sensual, labios rojos, un alfiler en la lengua, un fragmento de ti en la garganta, soy toda carne.