sábado, 23 de junio de 2018

Mi corazón
latiendo
hacia lo alto
mecido por las huellas de tu piel.

Antes del vértigo,
el pulso,
lluvia , silencio
sombras como cuchillos en los pliegues,
un grito
cálido, sorprendido, altivo,
un estremecimiento
hacia arriba muy a lo alto.

Mi corazón arrancado de su cueva
palabras
clavadas
con sus yemas de cristal
en las cuencas.
Rasgados los ojos.

La piel
acariciada
buscando
un instante,
consuelo sin memoria,
viento que no sopla,
en el centro de mi quietud tu boca.

No conoces
la noche
mutilada en un instante
el ímpetu, atravesado como una cueva,
cercas de alambre,
antes de nacer tersas en tus rojos labios,
dentro de mí enredadas.


Tus ojos
ciegos de tormenta
fango en su interior,
pequeñas hojas muertas tus palabras,
en mis labios, anidando.









jueves, 21 de junio de 2018

Mudas cosas muertas
palabras
bailando sobre el viento,
un desdén agitado al alba,
una noche que quiso ser cielo
verde aroma
verde de hierba mecido,
arteria, víscera y vientre.
Un vientre que quiso ser ola en la garganta
para siempre
un corazón latiendo.
Donde no hubo pulso sangre encharcada
un horizonte blanco clavado en la tierra
blando el corazón desangrado
blando el estigma y su grito,
blanda sombra
vacía de blanca noche.